Cuando por primera vez incluí Laos en la lista de países que quería visitar en este periplo por el Mundo, lo imaginaba como un país aún por explorar donde encontraría precariedad en transporte, alojamiento y otras cosas que hacen que un viaje se convierta algo más en una aventura. Estaba realmente equivocado.
Luang Prabang
El turismo de masas ya ha llegado a Laos.
Esto -depende del tipo de viaje que busques- puede ser bueno o malo. En mi caso me decepcionó. Entonando el mea culpa reconozco que seguimos una ruta demasiado previsible al no tener demasiado tiempo y seguir los consejos de la gente que se movía por el país.
Creo que Laos se parece cada vez más a su vecino Tailandia. Internet Wi-fi en casi todos los alojamientos, cyber cafés en cada calle, agencias de turismo cada 2 cuadras, gente buscando al turista en cada esquina y transporte frecuente y fácil en cada punto de interés. Todo un mundo orientado tanto al viajero mochilero como a visitantes de mayor presupuesto.
La gente es bastante amable pero sin llegar a ser lo puras e inocentes que son en Burma. Diría que son algo más parecidos a los tailandeses y ávidos negociadores. Si viajas por los lugares más visitados te será difícil encontrar a gente que se pare a hablar contigo sólo porque sienten curiosidad por el extranjero o quieren practicar su inglés. El motivo suele ser económico.
En cuanto a la naturaleza del país, de nuevo pienso que no supimos encontrarla. O al menos éso es lo que quiero pensar.
Las selvas que vimos eran más bien bosques superados en belleza por los de Sudamérica e incluso Nueva Zelanda o su vecina Tailandia.
Monjes en Luang Prabang
Mi recomendación es que no os dejéis llevar por lo que digan las guías o la gente que busque lugares bonitos sólo para hacerle la foto y decir que estuvo allí. Pienso que cuando haces un esfuerzo físico, económico y mental para venir tan lejos a conocer otras tierras, no es sólo para ver un paisaje o monumento bonito y demás sino que quieres sumergirte en la cultura y conocer en mayor medida a las gentes que pueblan el país. Si ésto es lo que queréis, pasar el mínimo tiempo posible en Luang Prabang, Vang Vieng -salvo Vientiane como capital en la que podéis conocer mucho más que los monumentos- y perderos en lugares como Luang Nam Tha o las zonas menos exploradas más al Norte como Pongsali (mi asignatura pendiente).
Para quien piense que se vienen a un paraíso natural no tocado aún por el turista, que vaya pensando en otro destino. Sin ir más lejos: Myanmar.
Hasta ahora lo coloco a la cola de los cuatro países que hemos visitado, por detrás de Myanmar, China y Tailandia, en ese orden (aunque Tailandia es el colmo de la explotación turística tiene una belleza natural que sigue siendo un gran activo).
Sé que habrá gente que discrepe totalmente con lo que aquí he dicho, pero para eso está el blog, así que ¡a comentar todo el mundo!.
Fuente: viajablog.com - David Escribano
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