Como agente de viajes especializada en la organización de recorridos culturales por Vietnam, una de las experiencias más conmovedoras que me gusta compartir con los visitantes es el culto a los antepasados. Se trata de una tradición profundamente enraizada en el alma del pueblo vietnamita, que sigue viva y vigente tanto en las ciudades modernas como en los pueblos rurales. Es, sin duda, uno de los pilares de la cultura vietnamita y un hermoso ejemplo de cómo un pueblo honra su pasado para fortalecer su presente.

Turistas vestidas con áo dài visitan un templo vietnamita
¿Qué es el culto a los antepasados?
El culto a los antepasados es una práctica espiritual en la que las familias vietnamitas rinden homenaje a sus seres queridos fallecidos. Aunque puede parecer una costumbre religiosa, va mucho más allá: es un acto de respeto, amor, continuidad y gratitud. Los vietnamitas creen que el espíritu de los antepasados sigue presente entre nosotros, acompañando, protegiendo y guiando a sus descendientes en la vida cotidiana.
Por eso, en cada hogar, sin importar su tamaño o nivel económico, es común encontrar un altar familiar dedicado a los ancestros. Este altar suele estar ubicado en un lugar prominente de la casa y decorado con retratos de los difuntos, flores, velas, incienso, frutas y otros alimentos como ofrendas. A través de rituales sencillos pero significativos, los miembros de la familia se comunican con sus antepasados y expresan su gratitud y respeto.
Rincón sagrado de culto a los antepasados en VietnamUn legado que se transmite de generación en generación
Esta tradición no es algo del pasado. Al contrario, sigue viva y se transmite cuidadosamente de padres a hijos. Desde pequeños, los niños vietnamitas aprenden a saludar respetuosamente ante el altar familiar, a encender incienso y a participar en los rituales durante días especiales. Así, no solo aprenden sobre sus raíces, sino también sobre valores fundamentales como el respeto, la responsabilidad familiar y la conexión entre generaciones.

Turistas viven una experiencia espiritual en un templo de Vietnam
Celebraciones y días especiales
Una de las épocas más significativas para el culto a los antepasados es el Tết Nguyên Đán, o Año Nuevo Lunar. En estos días, las familias realizan rituales de limpieza del altar, preparan banquetes tradicionales y hacen ofrendas para invitar a los antepasados a “volver a casa” y celebrar con ellos. También hay otros momentos importantes como el ngày giỗ, es decir, el aniversario del fallecimiento de un familiar, donde se organizan ceremonias con comidas especiales y oraciones.
En algunas regiones, como
Hue o
Ninh Bình, se celebran incluso
festivales comunitarios donde varias familias o aldeas enteras se reúnen para rendir culto a antepasados comunes, héroes nacionales o figuras legendarias.

Altar familiar en Vietnam con ofrendas tradicionales
Más allá de la religión: una práctica cultural unificadora 
Mujer vietnamita en un momento espiritual ofreciendo incienso
Aunque muchas personas asocian el culto a los antepasados con el budismo o el confucianismo, en realidad esta tradición va más allá de cualquier religión formal. Es practicada por vietnamitas de distintas creencias, ya que se considera una expresión cultural antes que una obligación religiosa.
Este aspecto unificador del culto a los antepasados es lo que lo convierte en una práctica tan especial: une a las personas a través del tiempo, más allá de sus diferencias ideológicas o espirituales.
Una experiencia auténtica para los viajeros 
Banquete vietnamita con platos típicos de celebración
En los tours que organizamos, muchos viajeros tienen la oportunidad de visitar hogares locales o templos dedicados a ancestros importantes. Algunos incluso tienen la suerte de presenciar una ceremonia privada o ser invitados a participar en una comida ritual. Estas experiencias, cargadas de simbolismo y emoción, dejan una huella profunda en los visitantes, que a menudo nos comentan que han descubierto un aspecto de Vietnam que no esperaban: su lado más humano, íntimo y espiritual.
Además, para los viajeros interesados en la antropología, la filosofía oriental o las tradiciones familiares, el culto a los antepasados es una puerta abierta a una comprensión más profunda de Asia y de los valores que aún hoy permean las sociedades tradicionales.
Una ventana al alma vietnamita
El culto a los antepasados no es solo una práctica espiritual, sino un verdadero puente entre el pasado y el presente, entre los vivos y los que ya partieron. Es una forma de mantener viva la memoria, de cultivar el respeto y de recordar que nuestras raíces siempre están presentes, guiándonos en silencio.
Si estás planeando un viaje a Vietnam y deseas ir más allá de los paisajes exóticos o la gastronomía deliciosa, te animo a incluir en tu itinerario una inmersión cultural auténtica. Déjate tocar por la espiritualidad tranquila y profunda del pueblo vietnamita, y lleva contigo no solo fotografías, sino también historias y emociones que perdurarán mucho después de haber regresado a casa.